Ruta Cascada Nonaya

La ruta comienza en la plaza de la Campa, en Salas. Debe tomarse aquí, a la derecha, la calle Ondinas, para al final de la misma abandonar la vía asfaltada y proseguir el itinerario por un camino de tierra. 

Tras dejar una “pomarada” o plantación de manzanos a la izquierda, se empieza a oír el río Nonaya, que nos acompañará durante gran parte del recorrido. A pocos metros del inicio se encuentra la Fuente de Paín. Una vez pasados los cargaderos de la antigua mina de caolín y un pequeño «curtidero» de pieles hoy abandonado, la senda gana altura sobre el río, cada vez más encajado en el valle. 



Se sigue ahora el camino labrado en la ladera de la montaña, de la que brotan varios arroyos. El paseo se hace agradable a la sombra de un frondoso bosque de ribera, en el que predominan los alisos, siendo posible contemplar, además, fresnos, robles, avellanos, arces y, en ocasiones, acebos, pinos o nogales. 

Se continúa el camino cruzando por encima de un hermoso puente de piedra caliza, con estructura de arco de medio punto y un intradós bastante profundo, reflejo de la magnífica técnica constructiva de épocas pasadas, que salva el paso hacia la sierra de Bodenaya, lugar de nacimiento del río Nonaya. 

Seiscientos metros más adelante, justo antes de encontrar otro puente de similares características, debe tomarse una desviación a la derecha que conduce al río, abandonando el Camino de Santiago. Tras recorrer unos 250 metros de suave descenso se alcanza el destino del itinerario, un entorno de paz y tranquilidad en el que las aguas del Nonaya se precipitan para formar una hermosa cascada. 



El regreso se realiza siguiendo el mismo camino hasta alcanzar de nuevo la villa de Salas, pudiendo finalizarse la jornada con un paseo por el casco urbano que completará la visita.