Mil colores para adornarla, cuatro estaciones para vivirla.

Vivir las estaciones en Asturias es como cambiar de escenario o de decorado. Un mismo lugar con cuatro caras, y todas bellas, que no es fácil.



Primavera 

La primavera es una época donde empezar a disfrutar del buen tiempo. En primavera es cuando la naturaleza y la montaña asturiana está en su máximo esplendor para deleite de todos nuestros sentidos. Las flores y los árboles frutales florecen y la naturaleza se llena de vida y color.



Foto: Angel Diego

Verano 

Más de 300 playas, 19 villas marineras, 60 espacios protegidos, 16 faros… Asturias tiene mucho que mostrar y disfrutar en el verano. El verano es la estación perfecta para conocer esa playa que tantas veces has visto fotografiada, ese cabo de inmensos acantilados, ese pueblo de ensueño y como no de disfrutar de una botella de sidra en un merendero.


Otoño 

La estación del año de la melancolía, donde los sentidos se estimulan: nuevos colores, sabores, sonidos, olores se abren paso para que disfrutemos de ellos. En otoño los colores de Asturias son los ocres, granates, marrones, y toda la gama cromática que nos ofrecen los bosques donde nada hay mejor que pasear por ellos y descubrir una Asturias mágica y de cuento.



Invierno 

En invierno las montañas y valles asturianos cambian su característico color verde por el blanco aportando matices y luces sorprendentes. La nieve, el hielo, los colores del cielo en las distintas horas del día, los rayos del sol cuando se proyectan sobre la montaña, o sobre la nieve… todo un espectáculo natural.