Sotres, magia bajo la nieve

El que visita Sotres ingresa en un mundo de sensaciones. Parece que cada rincón de este pueblo nos invite a que contemplemos su belleza.

Es tan fácil enamorarse de las casas de piedra, de las caleyas nevadas, del cielo azul intenso y el suelo verde, muy verde, cuando se ha retirado la nieve.





Dos son las señas de identidad de Sotres: el queso y el paisaje. Ambos conviven en armonía junto con la mano del hombre, que sin ella nada tendría sentido.

Entre los grandes tesoros que esconde Sotres podemos encontrar un gran número de cuevas naturales donde los vecinos dejan madurar el ya famoso queso Cabrales.


Una leyenda cuenta cual fue el origen de este queso elaborado en los Picos de Europa. Surgió durante un invierno duro y cuenta así:

Un campesino ordeñaba a su ganado cuando se quedó prendidamente enamorado de una hermosa pastora. El campesino, que era muy precavido, guardó en su cueva los recipientes llenos de leche, para la temporada de escasez. Cuando llegó el invierno, tras meses de abundancia y también de amor, recordó la leche almacenada en la cueva. El azar, el milagro o la naturaleza, había transformado esa leche en un sabroso queso Cabrales. 




Para aquellos que aún no han conocido este bonito pueblo de los Picos de Europa, nada más que decirles que Sotres se nos presenta con el corazón abierto de sus gentes, con la bienvenida de la naturaleza que siempre la misma y a la vez distinta. Un lugar que invita a la contemplación.