Érase una vez un paraíso con encantadoras villas marineras, donde el olor salado del mar estaba presente en sus calles.
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| Foto: Noé Baranda |
Érase una vez un paraíso donde admirarando su paisaje comprendías toda su belleza.
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| Autor: elcorralon |
Érase una vez un paraíso que invitaba a mirar al mar y pasar un rato largo sin hacer nada, ni siquiera pensar.
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| Foto: Noé Baranda |
Érase una vez un paraíso donde cada rincón era una sensación, una evasión, una experiencia en un incomparable paraíso natural.
Érase una vez un paraíso que se vestía con un verde manto que inspiraba emociones y vivencias únicas en una naturaleza en estado puro.
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| Foto: Urbano Suarez |
Érase una vez un paraíso donde cada camino conducía a un sueño diferente y cada uno de ellos guardaba sus propios secretos.
Érase una vez un paraíso en el que cuando la noche vencía al día, las luces de sus faros iluminaban, cada vez con más intensidad su costa.
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| Foto: Noé Baranda |
Érase una vez un paraíso en el que la primavera transformaba sus paisajes y los dotaba de una paleta que ya quisieran muchos pintores.
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| Foto: Angel Diego |
Érase una vez un paraíso, érase una vez Asturias.