As Covas da Andía y el bosque encantado

Quien piense encontrarse estalactitas o estalagmitas en las cuevas de Andía va un poco mal encaminado. En la zona occidental de Asturias existen unas cuevas muy peculiares donde la vegetación es la reina en un extenso valle semicerrado donde todavía existen senderos y flora por explorar.



Las cuevas de Andía se encuentran a caballo entre las localidades de Arancedo y Lebredo en el concejo de El Franco en la Asturias occidental.

Este lugar fue declarado Monumento Natural el año 2012 y las visitas se realizan únicamente de forma guiada con el proposito de conservar su estado natural.

El itinerario sigue un sendero de unos dos kilómetros de longitud en sentido circular que atraviesa parte del profundo valle. A pocos metros de iniciar el recorrido nos encontramos refugiados en una zona húmeda y de vegetación abundante.



El origen de las cuevas nace en el siglo I y II después de Cristo cuando los romanos usaron la zona para extraer oro. Todavía hoy se puede observar perforaciones en la tierra como el Forno del Mosqueiro o la cueva de Grayas.

A lo largo de los dos kilómetros de senderos cualquier amante de la botánica disfrutará contemplando la flora mediterránea y atlántica en perfecta armonía.

Para los que no tengan conocimientos de botánica unos carteles sirven de ayuda para conocer cada uno de los árboles y arbustos: castaños, madroños, laureles, acebos, helechos y una amplia gama de rica vegetación.

En algunos lugares la erosión del agua en la tierra deja curiosas morfologías, fisuras e incluso una enorme brecha por donde el sendero discurre. 

Precios y horarios: 


Se pueden visitar las cuevas todos los días a excepción de los lunes. Se realizan dos visitas guiadas por la mañana y otras dos por la tarde. 

El precio para adultos es de 3 euros por persona. ( Visita guíada inluida).

Fuente: ViajaBlog

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